Viñedos

NUESTROS VIÑEDOS, DE MAR A CUMBRE

En el municipio de Fuencaliente, en la isla de La Palma, se cultiva la viña desde tiempo inmemorial. De mar a cumbre. Desde las costas, cálidas, secas, empinadas, hasta las cumbres húmedas, acariciadas por las brumas del alisio. En el cultivo, se siguen practicando labores ancestrales, transmitidas a través de generaciones: pie rastrero, podas tradicionales, parras de siglos en varietales que sólo se han conservado en este municipio y que han dado tanta fama a nuestros vinos: malvasía, sabro, gual, para los dulces, listanes, bujariego, negramoll, bastardo, baboso, etc. etc., para los blancos, tintos y rosados.

Las centenarias parras de malvasía, proporcionan una uva de calidad inmejorable, que sólo se consigue en los Llanos Negros, paraje natural situado en las faldas del volcán de San Antonio. El clima, las condiciones del terreno, forman una simbiosis inigualable para producir una calidad que no se logra en ningún otro lugar del mundo para la elaboración de vinos naturalmente dulces. Pequeñas cosechas que no suelen pasar de quince mil kilos, hacen de estos vinos auténticas joyas enológicas.

Laderas volcánicas cubiertas por las cenizas de los volcanes más recientes, como el Teneguía (1971). Medianías y cumbres, viñedos conviviendo con el pinar, para dar vinos con estupenda acidez y sabor afrutado. Fuencaliente, el pueblo vinícola por excelencia en la isla de La Palma. Un pueblo para visitar. Un pueblo para disfrutarlo todo aquel que se considere amigo de la viña y el vino.